El infierno Industrial

EL INFIERNO INDUSTRIAL

ACERCA DE LOS PELLETS EN EL NOROESTE PENINSULAR

 

“El progreso y la catástrofe son el anverso y el                                                                                                        ,                                                                   reverso de la misma moneda” H. Arendt

 

Otra catástrofe más? O es el mismo funcionamiento de la sociedad tecno industrial la que es una catástrofe (1) por sí misma. Sin lugar a duda, desde sus inicios la industrialización ha producido una sociedad ecocida y liberticida cuyas consecuencias son un mundo devastado industrialmente. Mar, tierra y aire contaminados con miles de productos químicos que hacen del mundo un lugar inhabitable, enfermo y al borde del abismo. Desde los cielos negros por contaminación del Londres, lleno de hambre y miseria, de la I Revolución industrial hasta nuestros días donde la devastación industrial alcanza cada punto del planeta.

Lo ocurrido en las costas del noroeste peninsular es el día a día de la sociedad industrial que con su forma de producción y consumo envenena y devasta el planeta, mañana saldrán expertos tecnócratas y ecologistas bien pagados a explicarnos que ha sido un accidente, un error en su “mundo perfecto”, darán indicaciones y soluciones a los problemas que ellos han creado, mientras que nos indican como debemos comportarnos.  Lo que nunca dirán es que lo que ellos llaman “accidente” es parte de la cotidianidad de la sociedad industrial. Ellos llaman “accidente” a las más de mil pruebas nucleares realizadas por EEUU durante la segunda mitad del siglo pasado convirtiendo en desiertos radiactivos los territorios donde se hicieron,  a las 450 aldeas chinas contaminadas por el extractivismo para conseguir tierras raras, a la desaparición de la biodiversidad, al envenenamiento continuo mediante productos químicos de nuestros cuerpos y de la naturaleza, a sus residuos tóxicos que envenenan tierra, mar y aire a quiénes sufrimos las consecuencias de este infierno industrial nos ofrecerá “maravillosas” soluciones: resiliencia y más progreso, en otras palabras que seamos felices, consumamos, reciclemos y aceptemos la dominación que ellos nos salvarán.. No son accidentes. Es el progreso que devasta la naturaleza, es la sociedad industrial que nos envenena.

Pellets, microplásticos, Prestige y otras catástrofes del monton

   El 13 de Diciembre comienzan a avistarse en las costas gallegas los primeros sacos de pellets, provenientes, en principio, de un contenedor que perdió un buque en las costas frente al territorio portugués, a diferencia de otros contenedores que se pierden en mitad del mar envenenándolo, este ha quedado a la vista de los habitantes del “mundo feliz.”

Los pellets de plástico son pequeñas bolitas de hasta cinco milímetros de diámetro que se utilizan como materia prima para producir cualquier producto que contenga plástico, como envases, botellas o incluso vehículos. Los pellets están hechos de polietileno, polipropileno, poliestireno, cloruro de polivinilo u otros tipos de plástico y en ocasiones pueden contener también aditivos. Estos pellets son altamente nocivos para la vegetación y la fauna marina, ya que pueden ser ingeridos por los animales marinos entrando de esta manera en la red trófica  y provocar toxicidad en un ya débil ecosistema marino, así mismo este material es difícilmente degradable, su descomposición los convierte en nanoparticulas nocivas para la naturaleza y el ser humano. Nada nuevo en el horizonte ya que cada año se vierten al año entre 52.000 y 184.00 toneladas de pellets…la catástrofe continua. Otra vez, como paso en el con el Prestige, los primeros en ir a limpiar las playas han sido los pobladores del territorio cercano ante la indiferencia del Estado,  y otros acudirán ante la manipulación mediática sentimental en forma de voluntarios a limpiar la mierda industrial. Su mierda que la limpien ellos. Para nosotros la mejor forma de solidarizarnos con los pobladores del territorio es sabotear la sociedad industrial y señalar a sus defensores y a sus falsos críticos y a los profetas izquierdistas que nos dirán que hacer.

 

(1)Cuando hablamos del mundo como catástrofe nuestro objetivo no es asustar a quién nos lea, simplemente analizar la realidad para poder actuar sobre ella, la administración del miedo es lo que persiguen de los medios de comunicación y sus dueños. Quiénes en tiempo real, gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, son capaces de sincronizar los sentimientos y emociones de millones de personas creando una opinión sobre la “evidencia” de sus informaciones, emociones que se transforman en un grito mudo de la población contemplando estupefactos la catástrofe ante sus pantallas.

 

LOS CHIMPANCES DEL FUTURO

MADRIP, ENERO 2024