[5G] TENEMOS LAS ANTENAS PUESTAS. LLAMAMIENTO CONTRA LA RED 5G

TENEMOS LAS ANTENAS PUESTAS

Un llamamiento a resistir a la red 5G, a la digitalización y a la
medicalización de nuestras vidas

Son tiempos duros. Probablemente nos podíamos preguntar cuando no lo han
sido. En muchos textos, pancartas o varios escritos editados desde la
mitad del mil ochociento hasta hoy en ambientes radicales que han
desafiado el estatus quo, encontraremos frases como “no hay tiempo que
perder”, “ahora o nunca más”, “no se puede esperar más”, “la catástrofe
es inminente”, “esto es algo que cambiará nuestras vidas para siempre”
etc. Ahora, alguien un poco malicioso podría afirmar: “Fijensen ustedes,
son casi dos siglos que nos están fastidiando y aún estamos aquí,
vivitos y coleando y vivimos en el periodo más democrático de la
historia, por cierto perfecto no es pero es el mejor de los mundos
posibles”. Tenemos que admitirlo, reflexiones de este tipo son
alentadoras, te hacen apreciar todas aquellas bellas comodidades de
nuestra moderna civilización, estar sentados en el sofá y suspirar: “En
fin, no estamos tan mal”. Esta es la inercia que tenemos que apartar
para hablar por enésima vez de algo que cambiará nuestras vidas para
siempre: 5G, digitalización y medicalización de la sociedad global,
cosas que son, las primeras dos sobretodo, uña y carne. Pero dado el
contexto de partida, la pandemia mundial del covid 19 y su gestión
relativa, es fundamental empezar con una premisa concerniente a dos
temáticas muy peliagudas.

NegacioNismo y fake News

Para que estos argumentos sean de fácil comprensión podemos utilizar una
simple proporción matemática a la cual llegaremos más adelante. Es
indiscutible, o si lo preferís, sin duda, que en relación a las
informaciones técnico-científicas y médicas sobre el covid19, sobre su
origen y difusión, sobre cómo se propaga y las precauciones que hay que
seguir para detenerlo, exista una clase de pensamiento único. ¿Qué puede
hacer entonces quién posee los medios de difusión del pensamiento único
para desacreditar cualquier otro tipo de pensamiento? Es sencillo.
Utilizar una palabra que evoque los horrores del pasado y del presente y
atribuir a cada persona que aunque solo un poco se distancie de la
ideología dominante. Cuando, hasta hace poco, se pronunciaba la palabra
“negacionismo” se hacía referencia a los neonazis que niegan la
veracidad del Holocausto y de los campos de exterminio nazis. Pegar a
cualquier otro tipo de pensamiento la etiqueta de negacionista es un
juego de prestigio que nos da esta proporción:
Quien critica la gestión del covid : [es] a la sociedad = [como] los
nazis son al Holocausto
Este mecanismo que viene utilizado por los gobiernos y los medios de
comunicación es vil de sobremanera, pero como todo el asunto covid, ha
estado asimilado por la gran mayoría de la población. Las fake news son
otra pieza importante del pensamiento único. Si negacionista, o
complotista, que se utiliza a menudo como sinónimo, es la categoría que
comprende las personas que difieren del pensamiento masificado, la fake
news es el medio que esta persona utiliza para difundir informaciones.
Fake news se refiere a cualquier información disidente de cualquier tipo
que sea. Además es una definición en inglés (¿hay alguien que reflexione
sobre el significado de muchas palabras inglesas que se usan de hoy en
día?) y esto sirve para poner en una misma olla también cosas que no son
“noticias” – que podría ser la traducción más precisa de news – sino
reflexiones, ahondamientos y a veces solo expresar una duda. Una noticia
puede ser falsa o verídica, real o fake, aunque luego todo es opinable,
pero una reflexión no puede serlo, al máximo nos podemos encontrar de
acuerdo o no y esto presupone el hecho que se necesita antes escucharla
o leerla. Pegar etiquetas y definiciones sirve exactamente para esto,
para matar el pensamiento crítico y esta reflexión podría ser válida
para muchas otras cuestiones. Por otro lado este es el emblema de la
sociedad donde vivimos: si una cosa se clasifica será más alentadora, ni
siquiera te planteas la cuestión, y el esfuerzo, de qué hacer con ella
de que pensar porqué alguien más lo ha hecho por ti. ¿Cómo resolver la
cuestión? Es difícil, porque también dentro de los que no piensan como
Burioni y Conte (NdE: políticos italianos; Conte fue, de hecho, primer
ministro de Italia hasta hace unos días) la verdad es que hay un poco de
todo, algún verdadero nazi negacionista también ( de aquellos de verdad)
y muchos charlatanes de distintas tendencias y esto es una de las
motivaciones que han favorecido esta categoría obscurantista.

• Este llamamiento es ante todo una invitación a tomarse la molestia de
ir contra etas categorías, a pensar por uno mismo, a cuestionar toda
clase de argumento con el cual se hace propaganda haciéndolo pasar como
“real news”, el pensamiento único, ya se refiera a virus, mascarillas,
vacunas, escuelas y mucho más. Era fundamental hacer esta premisa antes
de entrar en discursos que se podrían malinterpretar o trivializar.

5G: así en el cielo como en la tierra

Si se trata el 5G de forma superficial podría aparecer como la enésima
potenciación de las redes de telefonía móvil, la quinta generación, en
realidad es algo que va más allá de una simple actualización. La
referencia al Padre nuestro en el título es más que una simple metáfora.
El 5G de hecho contará con tres sistemas de propagación:

• En el cielo: se habla se miles de satélites que ya han empezado a
lanzar en órbita en la parte más baja de la atmosfera

• En el aire: sobre las clásicas torres de las antenas que ya hace
décadas dominan nuestro paisaje, aquí se colocarán al lado de los viejos
dispositivos de recepción y transmisión del 2,3, y 4G.

• En la tierra: la verdadera novedad de esta tecnología; millones de
micro antenas esparcidas en todas partes en las ciudades, en el campo,
debajo de las alcantarillas, en las farolas, en las pancartas
publicitarias y en toda clase de estructura arquitectónica que se pueda
imaginar.
Esto porqué las microondas del 5G, aunque pueda transmitir una gran
cantidad de datos, no tienen un gran alcance y necesitan entonces estas
micro antenas que, posicionadas cada 50/100 metros, garantizan la
difusión de la señal. Y es por esto que serán por todas partes.
La primera cuestión: las ondas electromagnéticas y sus consecuencias
sobre la salud.
Ha sido ampliamente demostrado que las ondas electromagnéticas son
dañinas para la salud. En un mundo donde ya ha desaparecido cualquier
certidumbre, aquí de al menos una podemos estar seguros: las ondas
electromagnéticas, hacen daño y punto, y el 5G no será de menos. La
única diferencia, por cierto, es que hay mucho menos estudios sobre esta
nueva tecnología respecto a las otras. Cuando los magnates de las
tecnologías nos dirán, mejor nos lo están diciendo ahora mismo, que el
5G será inofensivo, recordamos (1) que esta gente hace parte de los
mismos grupos que en el pasado nos decían que el amianto, las nucleares,
el DDT, los pesticidas en general y cualquier otra sustancia química de
síntesis eran inofensivos. Pasa lo mismo de siempre, las nocividades de
una nueva tecnología se averigua solo muchos años después de su difusión
en larga escala, cuando el daño ya está hecho y sus partidarios y
financiadores iniciales han desaparecido del escenario, los nuevos
manager no tienen entonces responsabilidad alguna y la eliminación de la
tecnología nociva no puede ocurrir porqué toda la economía mundial es
dependiente de ella. También tenemos que estar en alerta. Si los
estudios sobre los daños causados por el electromagnetismo vienen
financiados por empresas como Motorola, Ericsson, Apple, Tim y otros por
el estilo, con razón tendremos que hacernos algunas preguntas.
Por suerte en Italia desde los años 90 han habido diferentes luchas
contra el electromagnetismo y gracias a esto, por lo menos, la Italia es
uno de los países con el nivel más bajo de contaminación
electromagnética. Estos umbrales son el primer escollo contra el cual se
están chocando gente como Colao, que están presentes sobre el territorio
y uno de sus primeros pasos ha sido pedir la elevación de estos
umbrales para que la difusión del 5G sea agible.
• Esta llamada podría ser la ocasión para llevar esta cuestion a debate
público, dar vida a movilizaciones para imposibilitar el gobierno a
aumentar estos umbrales.
Por supuesto que esto es solo un paliativo, no hay que considerar ni tan
solo por un instante que una cosa como esta pueda detener el avance
tecnológico y los enormes intereses económicos que están detrás, justo
se puede ralentizar este proceso, pero podría ser una buena ocasión para
movilizar una amplia parte de población, una ocasión para conocer en
directa quien está dispuesto a bajar en la calle. También para
averiguar si es verdad que entre estos hay nazis negacionistas (aquellos
de verdad). Por supuesto, y para que no hayan equivocaciones esta
llamada no está dirigida a los nazis negacionistas (aquellos de verdad).
Con mucha probabilidad, en general en aquellas que serán las próximas
movilizaciones, será ausente la totalidad de la esfera de la izquierda
progresista, aquella que en estos últimos meses ha elogiado las
tecnologías de las comunicaciones que nos ha permitido de estar “juntos
pero distantes”, que han posibilitado el teletrabajo y la didáctica a
distancia. La misma que siempre ha luchado para la sanidad y a educación
pública. El corto circuito mental en la miente de mucha gente que, en
teoría, siempre ha hablado en favor de un mundo mejor es evidente.
Y esto nos lleva a entrar más adentro de otro problema, que ahora, no se
puede ignorar más.

¿Que hacer con el progreso ?

No es raro escuchar, los que llevan adelante los comités en contra del
5G – pero se podría decir lo mismo de quien se opone al TAV, al
gasoducto, al nuclear, etc… – afirmaciones de este tipo: “Nosotros no
estamos en contra del progreso pero nos oponemos al 5G, o al TAV, al
gaseoducto, etc… por estos esto y por lo otro”. A menudo son
motivaciones optimas, pero frente a la aplastante evidencia de una
humanidad siempre más dependiente de la tecnología y de la medicina
tenemos que preguntarnos: ¿todavía podemos creer en el progreso ? Mejor
¿todavía se puede creer que el progreso será el que nos salvará del …
mismo progreso?
Según los de Friday For Future o Extincion Rebellion es evidente que sí.
Muchas chicas y chicos de estas nuevas generaciones de ambientalistas ya
han absorbido el credo progresista según el cual la respuesta a un
problema esta siempre en una nueva tecnología (2). Así que es bastante
transformar las tecnologías de la extracción de minerales y de la
producción que han destrozado y envenenado el planeta en “tecnologías
Green” y el plato está servido. ¿Qué cambia ? El aire apestará de manera
diferente y las marcas Bio, Eco, Green, etc… aparecerán siempre más
entre los productos de los supermercados. Es en este contexto que las
aplicaciones a nivel práctico del 5G serán recibidas con los brazos
abiertos. ¿En que nos hará progresar, mejor dicho, que hará progresar
esta nueva tecnología ?
Desde hace mucho tiempo se escucha hablar de smart city, un conjunto de
altas tecnologías que permitirán la gestión informática y la puesta en
la red de la mayor parte de nuestra vida y del flujo urbano: medios de
transporte públicos y privados Smart (los famosos coches a conducción
automática), el control y la seguridad por medio de reconocimiento
facial gracias a las omnipresentes camaras y los drones ( a través de
esto se podrá o no se podrá acceder a los autobuses o entrar en
estructuras o en zonas de la ciudad sin tener los requisitos necesarios,
si esto os parece ciencia ficción véase el sistema de crédito social en
China), electrodomésticos Smart que reducirán el despilfarro energético
y te dejarán ya hecha la cena por cuando volverás a casa del trabajo.
Todo, por cierto, controlable con el dispositivo Smart por excelencia,
que ahora está en mano de la mayoría, el smartphone.
¿Qué más se necesita para que las nuevas tecnologías funciones todas al
unisón y sin problemas? Justo la red 5G. La característica más
abanderada por sus promotores es el famoso corto tiempo de latencia, o
sea, para decirlo de forma sencilla, el lapso de tiempo que pasa entre
el envío de una señal y la realización de su función, y de forma aún más
sencilla, cuanto tiempo pasa desde que apretamos la tecla A sobre el
teclado hasta cuando esta A aparece en la pantalla. En el caso del 5G
estamos en la orden de algunos milisegundos, muy poco entonces. Esto
permitirá el uso remoto de súper computadoras que serán capaces de
gestionar la desmesurada cantidad de datos necesarios al funcionamiento
de la Smart City. Super procesadores y server para el almacenamiento de
datos que probablemente estarán en el otro lado del mundo pero que
gracias a estos tiempos de latencia muy bajos podrán ser utilizados por
administraciones locales, policías y otros más. La innovación del 5G no
sirve para descargar más rápidamente una peli con el propio ordenador o
para múltiples videoconferencias. Para entender a fondo este cambio de
paradigma, es bastante pensar que solo uno de estos tres característicos
pilares del 5G, el enanched Mobile Broadband, será dedicado al usuario
“tradicional”, mientras que los otros dos pilares, el massive Machine
Type Communication y el ultra-Low Latency and Reliable Communications,
serán dedicados para usuarios “innovadores” en varios campos de
aplicación (el sector energético, transporte, etc.).

¿Que otra cosa más hará progresar la tecnología 5G?

– La industria bélica. Los empleos militares son siempre los primeros de
cada nueva tecnología, solo piensa en los aviones, las nucleares, el
mismo internet, son todas tecnologías utilizadas principalmente en el
campo bélico. El 5G no se quedará atrás. Las antenas valdrán para el
manejo de los drones en el campo de batalla y también en las operaciones
de la policía, los soldados tendrán mapas y localizaciones en tiempo
real, que permitirán enviar rápidamente grandes cantidades de
informaciones para los ejércitos desplegados, facilitarán el uso de
armas a distancia, etc.

– Control de la población. Las agencias de inteligencia y los diferentes
cuerpos de policía tendrán la posibilidad de espiar y controlar siempre
más la vida de las personas, sus contactos telemáticos y sus
desplazamientos. Y no solamente esto, la ya asombrosa cantidad de datos
que se refieren a cada persona y a las compañías privadas como bancos,
seguros, etc.

– Tecnologias médicas. El famoso anuncio de la TIM en el cual el
cirujano practica una intervención con control remoto mientras que
asiste a la boda de su hija es una clásica cortina de humo. Los
progresos que el 5G llevará en el ámbito de la medicina serán sobretodo
de otro tipo. Será el control cotidiano de la salud a través de
tecnologías avanzadas, desde las App con las cuales nosotros mismo
podremos introducir los datos que luego serán procesados hasta llegar a
verdaderos dispositivos nano-bio-tecnologicos que serán introducidos en
los cuerpos de los pacientes – por ejemplo para subministrar
gradualmente algunos tipos de fármacos – y a la digitalización total de
la salud que, si ya hoy es solo una cuestión de análisis, parámetros,
porcentuales y estadísticas, se convertirá de forma totalitaria en un
algoritmo de sí misma, gestionado por aparatos, instrumentales o
maquinarias controladas por remoto por los famosos súper ordenadores.

– El teletrabajo, o también el smart work. Hoy se habla mucho de este
tema, sobre todo en tiempos de internamiento forzado a causa de la
pandemia. Las innovaciones que el 5G permitirán ir mucho más allá del
hecho de poder desarrollar trabajos de oficina desde casa. Gracias a las
nuevas tecnologías avanzadas de los súper ordenadores de control remoto
será posible gestionar y controlar diversas partes de las cadenas de
montaje de una fábrica. Entonces hasta un obrero podrá trabajar desde
casa: ¡uno solo! Los demás simplemente se quedarán en la calle (o
también en casa) porque su mano de obra no será ya necesaria. La
tendencia de una fábrica siempre ha sido esta: más maquinas meno
trabajadores. Además, la aceleración hacia la digitalización hará aún
más sutil la distinción entre vida y trabajo, horarios y disponibilidad
estarán siempre menos en nuestras manos y ya no nos controlará un
empresario de carne y hueso; esto lo decidirá un ordenador, para un
trabajo más equitativo y sin favoritismos!

– Agricultura. Las smart Farming darán un gran salto adelante gracias a
las potencialidades de las redes 5G. Lo mismo pasará con la ganadería
gracias al uso del Internet of Things. Sensores, drones, maquinarias
agrícolas conexas y a menudo automatizadas. Serán los algoritmos los que
dirán cuándo regar, roturar, desbrozar, hacer tratamientos, rociar
pesticidas, ordeñar, etc. El sector agrario, que ya está totalmente
industrializado, por los menos en occidente, ahora también será
digitalizado y automatizado. Hoy se produce con el Smartphone y también
en este caso con siempre meno mano de obra

– Enseñanza. La ya tristemente célebre didáctica a distancia es solo uno
de los aspectos del desarrollo tecnológico. La tendencia del sistema
educativo ya era aquella de la informatización total hasta antes de la
Covid 19. Italia probablemente era la oveja negra de esta tendencia
global a la “excelencia digital”, pero la pandemia ha limpiado cualquier
estorbo o negligencia. La figura del maestro y del profesor, aunque se
diga lo contrario, tendrá un peso siempre menor y será gradualmente
substituida por un “complejo informático de educación” donde los
estudiantes serán guiados y evaluados o donde, nada menos, se
auto-evaluarán. Será la apoteosis de una educación liberal y democrática
… de hombres y mujeres-máquina.
Además, está la cuestión del “precio que hay que pagar” por este estilo
de vida digital:
– El Extractivismo. Siempre más conexión, siempre más dispositivos,
siempre más necesidad de materias primas como cobre, níquel, silicio,
litio, cobalto, etc… ¿Nos preocupamos o, considerando que el
extractivismo afecta sobre todo a otros continentes y explota las
tierras y personas ajenas a nosotros, no nos interesa?

– Residuos. Hace tiempo se hablaba del concepto de obsolescencia de los
electrodomésticos y de otras maquinarias de uso cotidiano; hoy, dado que
los móviles, los ordenadores y las lavadoras se cambian medianamente una
vez al año no tiene ya casi sentido hablar sobre este argumento. ¿Pero
dónde acaban finalmente todos estos materiales? ¿Pensamos de verdad que
es bastante el reciclaje y una tarjeta magnética personalizada para los
contenedores de la basura para resolver la cuestión de los residuos? Así
que, ¿dónde acabará la mayor parte de estos desechos de alta tecnología?
Serán “devueltos” en aquellos lugares donde han sido extractos. Esto es
el sentido de equidad de quien ya no tiene alma.
Este listado es solo una síntesis de los nuevos mecanismos que se
favorecerán del desarrollo del 5G. Existen muchísimas informaciones
sobre cada cuestión. Aquí hemos planteado algunas, examinadas y
estudiadas por personas que ponen en discusión esta nueva tecnología.
Solo hay que buscarlos e informarse. Todavía la pregunta general sobre
qué cosa es el progreso se le escapa a mucha gente, también a los más
inteligentes. Este es uno de los mitos con que se ha fundado esta
sociedad moderna y no es fácil de desmontar

.
• Esta llamada Es una invitación a desmontar este mito

El progreso tiene en su momento sus propios ápices, el 5G es el ápice
actual y no habrá progreso sin 5G. Todos los mecanismos que están
haciendo esta sociedad siempre más dependiente de la tecnología se
encuentran otra vez en un embudo técnico que será desbloqueado por el
5G. No se trata solo de criticar esta nueva tecnología porque es
peligrosa para la salud, sino también de criticar una manera de vivir y
de existir sobre este planeta.
Sin entrar demasiado en los detalles sobre la concomitancia de la
difusión del 5G y la pandemia del Covid 19, sin tener la voluntad de
buscar aquí una conexión científica entre las dos cosas, una pretensión
que haría inmediatamente sonar las alarmas de la conspiración, es
innegable que desde el punto de vista propagandístico existe una
conexión. No es una opinión que todas las empresas del sector Hi-Tech en
un momento de crisis económica general han hecho beneficios sin
precedentes en la historia. No es una invención decir que la mayor parte
de la opinión pública está pidiendo a gritos “más tecnología, más
tecnología”. Y más tecnología hoy significa 5G, no hay una alternativa
más “sostenible”.
Es un sin sentido preguntarse: ¿Es así como queremos vivir? ¿controlados
desde nuestro nacimiento hasta la muerte por ordenadores? ¿qué podemos
hacer si esta perspectiva no nos atrae?
Por más que sea importante no dictar pautas prestablecidas sobre lo que
hay o no hay que hacer, un pequeño vademécum podría ser el siguiente:
-Rechazar las app dE rastreo del covid. A pesar del presunto anonimato
son un primer paso hacia la delegación total de la propia salud a la
tecnología médica, además de ser un terrible instrumento de control y
gestión social de donde será imposible volver atrás.
– Dejar el movil a casa cada vez que sea posible. Está claro que, sobre
todo durante el periodo del confinamiento, los móviles, no solamente los
Smart, son una correa electrónica que señala nuestra presencia aun
cuando no lo queramos.
-Contrastamos el nuevo modEeo de Escuela. Si no tenemos la posibilidad
de dar una alternativa a la escuela para nuestros hijos e hijas,
opongámonos a la didáctica a distancia, a las medidas restrictivas sobre
la higiene, las mascarillas y el distanciamiento. A todas estas medidas
que quieren lobotomizar a las nuevas generaciones adiestrándolas a una
vida a distancia y digitalizada. Más allá de lo que se pueda pensar
sobre esta pandemia y de qué tipo de salud y enfermedad se tenga, está
claro que las medidas todavía en auge son hipócritas e inútiles si no
del todo dañinas.
-Decimos no a la vacuna obligatoria. Si bien habrá alguna reacción en
contra, la vacuna para el Covid 19 llegará y no será fácil evitarlo.
¿Qué pensar de una vacuna producida en menos de un año? ¿No será mejor
evitarlo como la peste? Coraje, no seremos las únicas personas a decir
que no. ¿Y respecto a todas las vacunas impuestas a niñas y niñas? ¿Qué
pensar de la vacuna de la gripe, promocionada como fuese obligatoria
para los mayores de 65 años? Hagamonos nuestra propia opinión, este
período tendría que haber demostrado con claridad lo que es la medicina
moderna y cuánto poder está en las manos de las industrias
farmacéuticas. No hay que permitir que nos digan siempre lo que tenemos
que hacer. Somos nosotros que tenemos que elegir.
-Tenemos que estar alerta. Se están colocando las nuevas antenas
procuramos de bloquearlas con cualquier medio. A veces podremos servirse
de alguna sutileza burocrática, a veces será necesaria una protesta
popular. A veces esto tampoco […]. Las antenas, como ya sabemos, temen
el corte de los cables, los imanes… Son cosas que pueden pasar, mejor,
que ya están pasando.
Son tiempos duros decíamos, y necesitamos todo menos la resignación. Se
necesitan enormes dosis de coraje y no podemos esperar que alguien nos
lo suministre a través de una inyección intravenosa. Los desafíos que
tenemos delante nos indican que no será una vieja o nueva ideología la
que infundirnos el coraje necesario para no sucumbir, tendremos que
recuperar alguna clase de espiritualidad que nos haga volver a conectar
con la realidad y con el mundo, y no con los social network. Aquella
conexión que décadas y décadas de progreso y modernidad han sepultado
junto a las escorias y a los residuos de esta civilización
hipertecnológica.

La ultima llamada es aquella a permanecer humanos, autonomos y
autosuficientes.

“El progreso tecnológico es como un hacha en las manos de un criminal
patológico.” Albert Einstein

“La corporación media se ha convertido en una gran amenaza para la
salud. El efecto incapacitante producido por la gestión profesional de
la medicina ha alcanzado las proporciones de una pandemia” Ivan Illich

“La tecnología moderna se ha convertido en un fenómeno imprescindible
para la civilización, la fuerza de definición de un nuevo orden social
en que la eficiencia no es una opción, más bien una necesidad impuesta
sobre todas las actividades humanas.” Jacques Ellul

No podemos creer que ser apéndices de una super maquina digital que nos
dice qué hacer, cómo y cuándo trabajar, cómo cuidarnos, cómo y cuándo
ver a las otras personas pueda ser compatible con un mundo libero.
Rechazamos la digitalizacion de nuestras vidas. Hay que oponerse al 5G
de cualquier manera, aunque no parecerá una batalla perdida desde el
principio en contra a las devastadoras fuerzas económicas y militares
que tenemos frente a nosotros. Pero al menos mostraremos de qué espíritu
estamos hechos.

C o d a N e r a

Notas:

1.- En ocasión de un pleno parlamentario que fue celebrado en junio,
las 5 principales empresas italianas del sector han pedido al gobierno,
a grandes líneas, de soportar con una financiación ( ayudas económicas,
desgravación fiscal, etc.) la introducción de la banda larga 5G,
levantar los obstáculos legislativos que podrían estorbar este
desarrollo tecnológico (por ejemplo la oposición de los alcaldes) hasta
la elevación del umbral de la contaminación electromagnética. Como pasó
en Fukushima después del último desastre nuclear, cuando para dejar
vivir la población sobre estos territorios contaminados, ha sido
bastante elevar los límites de radioactividad consideradas no
perjudiciales para la salud.

2.- Este es un tema bastante peliagudo, somos conscientes de esto. No
tenemos la intención de menospreciar, cortar las alas u obstaculizar a
todas aquellas personas, jóvenes y también los que no lo son, que se
están movilizando sobre las temáticas ambientales; todavía, no podemos
librarnos de constatar que, detrás de estos movimientos, se agitan las
grandes personalidades mediáticas (como Rifkin) o aparentemente más en
la sombra, los políticos de siempre (como Al Gore) que representan la
izquierda del Capital, la eco-tech. Otra destrucción del mundo es
posible. Es bastante ver, por ejemplo, la deforestación del Amazonas
también gestionada por las empresas “Green” conectadas a los
biocombustibles (véase el documental The Planet of the Humans de Jeff
Gibbs, se puede encontrar en internet subtitulado en español). Y nos
gustaría también avisarlos que, marchando “unidos detrás de la ciencia”,
harán el mismo fin (y también lo harán hacer a los demás) que hicieron
los ratones que siguieron el sonido encantado del flautista de Hamelin.